Pero qué poquito nos cuesta ponernos excusas, además cualquier excusa nos vale para no movernos. Yo no me excluyo, muchas veces me descubro inventándome alguna, pero sí que intento cada vez más, ponerme menos ;) Una vez que identifiques y reconozcas que te estás poniendo excusas para no hacer algo, porque puede suponerte superar tus miedos, te cueste trabajo, o te haga salir de tu zona de confort... ¡ENHORABUENA!, reconocerlo es el primer paso del camino para cambiarlo! Vivamos sin excusas. Les dejo este vídeo porque me ha gustado mucho. ¡Gran ejemplo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario