Cuando entrenamos, cuando ponemos nuestro cuerpo al límite una y otra vez en busca de superarnos, el riesgo de lesión siempre es posible. Y cuándo esto pasa... ¿qué pasa en realidad? ¿cuál es la reacción de un deportista que quiere seguir con su rutina, que está preparando una competición importante, que tiene metas... y de repente, una limitación se lo impide? ¿Qué podemos hacer en ese caso? Me gustaría compartir algunas ideas sobre esto, basándome en mi propia experiencia y en algunas teorías.
Teniendo en cuenta que toda lesión en el cuerpo es también una lesión en la "cabeza"... ¿qué podemos hacer ante una lesión?
Está demostrado que un estado de depresión y altos niveles de estrés pueden alterar el proceso natural de curación del organismo. El estrés psicológico aumenta la concentración de catecolaminas y glucocorticoides, lo que obstaculiza el desplazamiento de las células del sistema inmunitario al sitio de la lesión e interfiere en la eliminación del tejido dañado. El estrés prolongado también puede disminuir las acciones de las hormonas y factores de crecimiento similares a la insulina, que son fundamentales durante el proceso de reconstrucción. Entonces... ¿cómo podemos hacernos "amigos" de las lesiones?
Vamos a intentar ver lo positivo con algunas ideas:
- Si estás lesionad@ puedes aprovechar la oportunidad para hacer lo que normalmente no te da tiempo de hacer durante los entrenamientos, busca ejercicios alternativos, dedicate a todos aquellos ejercicios a los que menos te dedicas por parecerte menos importantes. Es decir, entrena físicamente las partes no implicadas en la lesión, cuando veas que esos ejercicios dan resultado y que el resto de tu cuerpo está más fuerte que nunca, ganarás confianza. Tu cabeza también descansará por el cambio de rutina.
- Sigue acudiendo a los entrenamientos como siempre, no te distancies de tu equipo, así tu identidad no se verá afectada.
- Piensa, que la lesión es temporal, si la ves eterna se volverá crónica...
- Intenta centrarte en la tarea que estás realizando en cada momento, si centras la atención en el dolor se forma un círculo vicioso, la zona afectada te dolerá más y esto hará que sigas centrando la atención en tu dolor.
- Cuando se te pase el enfado y la tristeza del primer momento busca una actitud positiva, será la mejor manera de recuperarte.
- Piensa que una lesión puede ser un aprendizaje importante que al final te hará más fuerte mentalmente, te preparará para superar muchos obstáculos en tu carrera deportiva y en tu vida.
- Y si no puedes acudir a la próxima competición o no puedes dar el máximo... ¿qué puede pasar?...
Esta última pregunta la dejo abierta para hacer un "debate" ¡Vamos! ¡anímate a dar tu opinión! Deja tu comentario ;)
Es realmente interesante lo que el daño psicológico puede hacer al cuerpo físico.
ResponderEliminarPara abrir el debate, quiero mencionar que una competición no es tan importante como uno mismo, añado un ejemplo: Si tienes una lesión que te impida a ir a un campeonato, pero tú sigues esforzándote para ir éste, la lesión puede ir agravándose hasta un punto en el que te impida realizar alguna acción en la parte lesiona, cuando antes podías hacer movimientos sin sentir un dolor altamente elevado. Tenemos que tener un temperamento flexible para evitar este tipo de situaciones.
Más vale una retirada a tiempo, que un héroe muerto.
No estoy seguro de haberme expresado bien, espero que lo entiendan xD
Se expresa usted con mucha claridad, jeje. Muy buen comentario! ;)
EliminarEs un palo, provoca impotencia pero ¿de qué sirve echarnos a llorar o compadecernos?
ResponderEliminarSiempre hay más competiciones, más entrenamientos, más oportunidades y mejores momentos.
Esto es la teoría, como en todo, la práctica es un poco más complicada. jaja
buena publicación Laura :)
Gracias Alba!!! tienes razón, no es tan fácil pero bueno, no es imposible ;) Está muy bien eso de que siempre hay más oportunidades!
Eliminar